Diego en Liniers


"La bronca es mi combustible" confesó varias Diego Maradona. Y lo sabemos. En la cancha, Maradona siempre fue un cometa. Con el espíritu encedido, dejando estelas de fuego por donde llevara la pelota. Ni los entrenamientos, ni en los 90 minutos, ni de vuelta en el vestuario, Diego se escondió a la compentencia, al liderazgo, a la responsabilidad del Fútbol que es Vida. 

Lo sabían sus técnicos, lo sabían sus compañeros.

Tal vez por eso  la cinta de capitán lo acompañó en todos sus equipos, a excepción del FC Barcelona.

Ya en 1980, cuando apenas tenía 20 años, capitaneaba a Argentinos Juniors. Se venía un partido ante uno de los dos grandes, Boca Juniors, que tenía a un mito mandando desde el arco. Hugo Orlando Gatti, tan bueno para atajar balones como  en juego de las palabras se aventuró a opinar sobre el ventiañero: “Es un muy buen jugador, el mejor del momento, a quien se está inflando de manera increíble. Me preocupa su físico. Tengo la sensación de que en pocos años más no va a lograr contener su tendencia a ser gordito”

Fue un acto temerario del Loco. Maradona respondió a sus palabras con cuatro goles que definieron el resultado final Argentinos 5 - 3 Boca. Y lo mejor es que Diego había anunciado explícitamente la razón para semejante desproporción en la cancha antes del partido: "Me había propuesto hacerle dos goles a Gatti, pero ahora que me dijo gordito le voy a meter cuatro". 

Ese partido en el Estadio José Alafitani de Vélez Sarsfield un punto de inflexión en la carrera de clubes del 10. El interés de Boca en que se pusiera la Xeneize, se transformó en obsesión...

Anterior: Diego en La Paternal

Siguiente: Diego en La Bombonera





    © Suramérica Football Club. -Nueva York, Estados Unidos, 2020, todos los derechos reservados, ver términos y condiciones de uso.