"Al equipo le pido concentración. Un médico tiene que estar doce horas concentrado para que no se le muera el paciente; yo pido 90 minutos nada más"
Carlos Salvador Bilardo
Hay pocos profesionales del fútbol que puedan reclamar una huella más original en el desarrollo del fútbol mundial. Carlos Bilardo se inició en el fuego sagrado del fútbol como alumno prodigioso de uno de los entrenadores más feroces, fervientes y revolucionarios de todos los tiempos: Osvaldo Zubeldía -reconocido por el propio Rinus Michels, como el verdadero inventor de su Fútbol Total que fue fundacional para Johan Cruyff y generaciones de entrenadores "modernos" hasta Pep Guardiola.
Con Zubeldía como entrenador y junto a otras leyendas como Oscar Malbernat y Juan Ramón Verón, Bilardo levantó tres veces de manera consecutiva la Copa Libertadores jugando para Estudiantes de la Plata. En 1968 frente a Palmeiras en Montevideo, donde anteriormente se jugaba un tercer partido de desempate y así logró la primera Copa. Después en 1969 en su casa, derrotando con un marcador global de 3-0 a Nacional. Y por último nuevamente en el Estadio Centenario, pero esta vez logrando el tricampeonato frente a Peñarol.
Carlos Salvador Bilardo también se convirtió en Campeón del Mundo en Old Trafford, en un épico choque intercontinental contra un histórico Manchester United liderado en el campo por Bobby Charlton y George Best.
Como entrenador, Carlos Salvador Bilardo siempre inculcó a sus jugadores la misma fe irreductible en el poder de la pasión, el esfuerzo y el talento que llevó a Estudiantes a la cima del Planeta. Su mayor recompensa fue el Mundial de 1986 -considerado uno de los mejores de la historia-. Bilardo fue como un padre para una generación de jugadores argentinos -entre ellos Diego Maradona, Ruggeri o Brown- que lo reconocen ampliamente como su mayor mentor. Con Carlos Bilardo como guía, Maradona nos dio sus obras maestras. Entrenador y alumno no solo ganaron un Mundial (1986), sino que consiguieron jugar otra final mundialista (1990).
A Bilardo se le atribuye el mérito de haber inventado o haber sido el más exitoso implementador de la revolucionaria formación 3-5-2 en el más alto nivel de competición. La formación ha sido implementada desde entonces por renombrados entrenadores, incluyendo a su rival en la dos veces final de la Copa del Mundo, Franz Beckenbauer, y a entrenadores actuales como Antonio Conte o Mauricio Pochettino. Más allá de su táctica, su filosofía de entrenador se caracteriza por la obsesión por el detalle y la creencia ciega de que la victoria es alcanzable a través de la voluntad y el esfuerzo. No es de extrañar que uno de sus alumnos prodigio y mejor guardián de su legado sea Diego Simeone.
Además de sus logros futbolísticos, el increíble Carlos Salvador Bilardo es también ginecólogo -se graduó como médico y ginecólogo en la Universidad de Buenos Aires mientras se formaba al mismo tiempo en las filas de la Juventud de San Lorenzo de Almagro. Uno de los profesores de medicina de Bilardo fue Bernardo Houssay, Nobel de Medicina en 1947. A lo largo de sus estudios de medicina, Carlos Bilardo solo suspendió un examen (de farmacología).
